martes, diciembre 26, 2006

Alimentando la estrella ...

Es Nochebuena ...
Nochebuena ...

Una noche en la que los recuerdos llegan en tropel; tristes algunos, alegres otros, nostálgicos todos .
Una noche en la que, quienes ya no están con nosotros, nos hacen más falta que nunca .
Y se hacen sentir ...
Y se hacen presentes en nuestro corazón, en alguna lágrima que no pudimos contener, en el platillo aquél que era su preferido y que cenaremos ésta noche, en el árbol que nos ayudaban a decorar, en la canción que les gustaba escuchar, es decir, en casi todo.
Y los extrañamos ...
Y no podemos evitar entristecernos un poco ...

O un mucho ...




Para mí, ésta es la canción que mejor refleja los sentimientos que despierta la Navidad ...
Gracias a Xipschumix, usuario(a) de You tube, por subirla.
Yo no la pude encontrar a tiempo para usar sólo la música.


La noche está muy fría.
El viento del Norte ha traído consigo una onda gélida que ha hecho descender la temperatura varios grados.
Aunque dentro de la casa, el frío no se siente, pues el horno de la cocina ha estado funcionando desde temprano, calentando el ambiente y llenándolo de olores que despiertan el apetito.
La cena casi está lista.
Una olla con ponche caliente está a disposición de todos.
Y está muy bueno, por cierto.
Tiene guayaba, manzana, caña, pasas, tejocotes y nueces, muchas nueces .
Una botella de tequila espera al lado de la olla, para los que quieran agregarle su " piquete ", que dicho sea de paso, combina muy bien. Y así quita mejor el frío, debo decir, je.
- ¡ Eh chamaco !, ¡ deje eso ! -
Uno de mis sobrinos intentaba agregarle tequila a su ponche, mientras otros dos vigilaban a sus madres, pero no contaban con la hermana de una de ellas, su tía, quien al verlos tan sospechosos, no les despegó la vista en espera de descubrir lo que tramaban.
Al verse descubiertos, los niños salieron corriendo fuera del alcance de cualquier reprimenda.
- ¡ Si se siguen portando mal, el Niño Dios no les va a traer ningún regalo ! - , gritó la tía, pero ellos ya estaban en el patio, preparándose para romper las piñatas, junto con los demás niños y niñas que, emocionados, aplaudían, brincaban y gritaban ...
- ¡ Yo !, ¡ Yo primero ! , ¡ No, yo primero ! , ¡ No, primero las niñas ! , ¡ No, primero los grandes ! , ¡ Pimero los chiquitos, pimero los chiquitos ! -
Aquello era una gritería, hasta que llegó el tío Pedro a poner orden ...
- A ver, primero los más chicos . Ven Mari, tú primero, enseguida Miguelito, después Tere, Alfredo, Alejandra, Jorge, Azucena, Francisco. Y luego los grandes, Arturo, Luis, Armando, Clara, Fabiola y Carlos. -
Ninguno se atrevió a contradecirlo, pues el tío Pedro siempre ha sido el serio de la familia.
Así que, en ese orden, se fueron acercando con Estela, quien se autoasignó la tarea de vendarle los ojos a quien le tocaba el turno de darle a la piñata.
- ¡ Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino ! -
- ¡ Y ándale Juana, no te dilates, con la canasta de los cacahuates ! -
- ¡ Y ándale Chon, sal del rincón, con la canasta de la colación ! -
- ¡ Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lopierdes, pierdes el camino ! -
- ¡ Dale, dale, dale, dale y no le dió, póngame la venda, porque sigo yo ! -
Cantaban todos a coro, a grito abierto, haciendo tal escándalo que hasta los adultos salieron a ver cómo el burrito, el payaso y la estrella, se rompían en mil pedazos, liberando los dulces y el confeti que tenían en su panza de barro ...
Todos los niños y algunos adultos se lanzaron al piso a recoger los dulces que caían de cada piñata que se iba rompiendo, con un gusto y alegría tal, que los que sólo observaban, no podían menos que contagiarse de aquella alegría y sonreían de oreja a oreja.

Y yo aproveché ese momento de distracción general, para acercarme al árbol y fotografiarlo ...
Y desde ahí, mandarles a todos ustedes, quienes me hacen el honor de visitar éste humilde blog, un obsequio; una chispita destinada a alimentar la luz de la estrella desde donde sus seres queridos, que ya han partido, los observan acompañándolos siempre, pero sobre todo, en Navidad .






No se me ocurrió un mejor regalo para darles ...



¡ Muy Feliz Navidad !




Respetuosamente :

Aquiles.






viernes, diciembre 15, 2006

Nada que ver ...

Dos y treinta de la madrugada ...
Afuera, el viento frío del invierno se hacía sentir con tal intensidad, que hasta los árboles de enfrente parecían tiritar, estremeciéndose hasta las raíces, mientras lanzaban al aire una profunda y sentida queja, que salía de cada una de sus hojas ...
Shhhhhhhhhhhhhh, shhhhhhhhhhhhhh, shhhhhhhhhhhhhhhh

Sunset 01s
Originally uploaded by aquiles69foto.


Adentro, sentado frente a la ventana de la sala, con una taza humeante de café entre las manos, las luces apagadas y un poco de nostalgia en el corazón, miraba hacia la calle desierta, tratando de encontrar un tema sobre el cual escribir en mi blog, cuando ví que un auto se estacionaba frente a mi casa.
Y de ese auto bajó ella ...
Ella ...
Cubierta por un abrigo negro de lana, un sombrero tinto también de lana, bufanda y guantes del mismo color.
Y bajo el brazo, tres marcos de madera.
Y en su bello rostro, una expresión de profunda tristeza ...

Tocó a la puerta y yo, que me había quedado pensando en qué la había hecho venir hasta mi casa a esas horas, me apresuré a abrirle la puerta y la hice pasar, cerrando la puerta para que no se colara el frío.
Intenté abrazarla, pero ella levantó el brazo que le quedaba libre, poniéndome la mano en el pecho para alejarme, evitando mirarme a los ojos, tal vez porque no quería que viera que los suyos se estaban llenando de lágrimas.
Ella no decía nada, sólo estaba ahí, parada, temblando, con los labios apretados y yo, que no sabía qué hacer, ó decir, sólo pude ofrecerle un café.
Ella intentó decir algo, entreabrió los labios, pero de su boca, lo único que salió fué una nubecilla de vaho a causa del frío que sentía, así que se limitó a mover afirmativamente la cabeza.
Fuí a la cocina por el café y cuando regresé para dárselo, ella no se había movido del mismo lugar. Seguía ahí, con la cabeza agachada, la mirada clavada en el piso, los pies muy juntos, los labios apretados y su brazo derecho apretando los tres marcos que con ella llevaba.
Le ofrecí el café con una mano, mientras con la otra intenté tomar los marcos para que ella pudiera sostener la taza, pero ella seguía inmóvil.
Unos instantes después, aflojó el brazo y me dejó sostenerlos, mientras tomaba entre sus enguantadas y temblorosas manos la tazá de café. Levantó la cabeza, le dió un pequeño sorbo y cerró los ojos .
Permaneció así por unos dos o tres segundos, mientras yo miraba extrañado la marca que sus labios habían dejado en el borde de la taza; a ella nunca le había gustado usar lápiz labial que manchara ...
De pronto, ella abrió sus ojos y me miró.
Inmediatamente el torrente de lágrimas que hacía rato llenaba sus ojos, se desbordó, mojando sus mejillas con lágrimas obscuras, a causa del maquillaje de sus pestañas, pero ella no hizo ningún intento por secarlas, sólo las dejó correr, mientras me miraba con esa expresión de profunda tristeza que transformaba su cara en una mueca de dolor.
- ¡ Ya no puedo más ! -
Dijo de pronto, y enseguida un profundo sollozo salió de lo más profundo de su alma.
Yo sólo la veía sin entender nada de lo que estaba sucediendo ...
- ¡ Ya no ! -
Dijo casi en un susurro ...
Y me miró una vez más .
Dejó la taza sobre la mesa de centro y con su mano izquierda se quitó el guante de la mano derecha y me acarició ligeramente la mejilla .
Su mano estaba fría, muy fría .
Muy lentamente, volvió a ponerse el guante .
Se limpió la nariz con un extremo de su bufanda y estiró los brazos pidiéndome los marcos que había traído con ella y que ahora yo sostenía .
Se los fuí dando uno por uno , más extrañado todavía , porque fué hasta entonces que ví lo que contenían .
Los tres marcos protegían otras tantas fotografías mías, que había tomado unos meses atrás, en un viaje a la sierra de Nayarit en el que ella me había acompañado .
Ambos sentíamos un gusto especial por el cielo, las nubes, el aire .

sunset 02 s
Originally uploaded by aquiles69foto.


Y ese atardecer fué especial ...
Con esos colores ...
Y la soledad que nos rodeaba ...
Y el viento helado ...
Y su cuerpo tibio junto al mío ...

Ella eligió esas tres imágenes para llevárselas a su casa y las puso en su habitación .
Decía que le gustaba mirarlas antes de dormir, porque así, soñaba que era un ave y podía remontar el vuelo hasta llegar cerca de esas nubes coloreadas, a recibir la calidez de los últimos rayos del sol, para regresar a su nido a dormir calentita, acurrucada conmigo .

Algo había cambiado .
Ahora ella estaba ahí, parada frente a mí y no sonreía, ni hablaba ...
Sólo lloraba ...
Y temblaba ...

Y seguía extendiendo los brazos para recibir los marcos con las fotografías aquéllas .
Cuando los tuvo otra vez con ella, se los colocó bajo el brazo, se encaminó a la salida y con el brazo que le quedaba libre abrió la puerta .
Se detuvo un instante, me miró sin dejar de llorar y volvió a decirme bajito ...
- ¡ Ya no ! -

Empezó a bajar los cinco escalones que hay entre mi puerta y la banqueta, cuando reaccioné y la alcancé .
- ¡ Espera ! - , le dije .
Yo tenía muchas preguntas qué hacerle ... muchas .
Pero sólo pude preguntar :
- ¿ Y las fotos para qué ? -
- Las fotos no tienen nada que ver - , me respondió .

sunset 03 s
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Dicho esto me dió la espalda, caminó hasta su automóvil, subió los marcos, se subió ella y se fué, así nada más, sin decir nada, sin ninguna explicación, sin una despedida, ni un adiós, ni nada ...

Y así salió de mi vida ...
Nunca más la volví a ver .
Nunca supe qué pasó .
Nunca supe por qué decía que ya no .
Nunca supe por qué trajo con ella las fotografías .
Sólo recuerdo las últimas palabras que me dijo ...

Las fotos no tienen nada que ver ...