miércoles, enero 25, 2006

Y aquí está el primero...

Así es...
Aquí está el primero de los desahogos que propiciaron la creación de éste espacio, cuyo propósito original era el de utilizarlo para descargar en él el exceso de sentimientos negativos que se van acumulando como resultado de la lucha encarnizada que desde hace algunos años existe entre la depresión y yo, propósito que se desvió en el camino, cambiando de rumbo hacia lugares más fértiles como la imaginación y el gusto por robarle instantes al tiempo para dejarlos plasmados en un trozo de papel ó en la memoria de una computadora, sin embargo, como en toda lucha, en ocasiones se pierde, ya sea porque el contrincante ha sido muy duro ó porque ha podido descubrir el punto débil que tan celosamente guardado estaba dentro de mí ó quizás, simplemente, hay ocasiones en que estoy cansado de luchar y le permito tomar ventaja de ello, no lo sé, el caso es que hoy he perdido...
Es que hoy fué uno de esos días...
Uno de esos días en que parece que todo y todos se confabularan para hacerme caer, para hacerme sentir que las malas elecciones del pasado regresan a burlarse de mi error, a obligarme a pensar que tal vez hubiera sido mejor hacer las cosas de una forma diferente, a desear cambiarlas ahora, a pensar en : qué hubiera pasado si...
Y no es que crea que todo gira a mi alrededor, como alguien me dijo alguna vez, ni tampoco es que quiera hacerme la víctima, es solo que en ocasiones como hoy, me pregunto si será ésto lo que merezco y, si así fuera, hasta cuándo aguantará mi antigua compañera, "Úrsula", que cada vez se expresa con mayor vehemencia desde dentro de mi estómago, a pesar de mis intentos de aplacarla con dosis cada vez mayores de ranitidina, medicamento que sin ser propiamente un calmante, disminuye en cierta medida el dolor físico que produce el fragor de la batalla; también me pregunto hasta cuándo aguantará mi cerebro tal cantidad de presión, porque a veces siento que hay algo ahí dentro a punto de estallar ó lo que es peor, de deformarse a tal grado que la cordura sería solamente un vapor residual inocuo alojado ahí como testimonio de que alguna vez estuvo presente.
En fin...
Creo que ya fué suficiente de quejas y lloriqueos, ahora solo resta lamer las heridas, ponerse de pié y volver a la lucha, aunque cada vez me cuesta más, mucho más...
Ojalá valga la pena...
Precisamente por tan deprimente estado de ánimo que me acompaña hoy, decidí poner esa imagen de un amanecer, que al ser el inicio de un nuevo día, representa también, creo yo, un nuevo comienzo,un principio...
Y también para que, quien llegara a leer ésto, tuviera un poquito de belleza entre tanta amargura,
ojalá y no le haya contagiado.
Espero que en la próxima ocasión tenga un mejor ánimo y algo más interesante que mostrar...
Aquí medio estamos...

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