lunes, enero 30, 2006

La Muerte Blanca...



La obscuridad empezaba a envolverlo todo...
Desde el Sureste, llegaba a la aldea una suave brisa meciendo levemente las hojas de las palmeras,refrescando un poco el ambiente cálido-húmedo que afectaba por igual a los habitantes de ésta parte de la selva,en el delta del Ganges,fueran hombres ó animales,provocando en unos somnolencia y pereza,mientras en los otros,actividad desenfrenada,sobre todo en monos y aves que aprovechan éste momento del día para socializar,alimentarse y,ocasionalmente,conseguir pareja,acompañados de un coro de silbidos,gritos,gruñidos,graznidos y demás.
Conforme la luz del día iba desapareciendo,la calma sustituía a la algarabía,dejando sentir en el ambiente el peligro que acompaña a la noche selvática,obligando a los aldeanos a refugiarse en sus amplias chozas hechas de barro crudo mezclado con pasto,puertas y ventanas de bambú, y techo de dos aguas con armazón también de bambú cubierto de hojas de palmera,acomodadas de tal forma que no permitían el paso del agua durante las lluvias, tan frecuentes en la zona.
Veintidos de las veintitres chozas que formaban la aldea,ya estaban cerradas a conciencia,la única que permanecía abierta era la de Narayanan, hombre viejo y enjuto que era una mezcla de curandero,brujo y chamán a quien parecía no asustarle la noche ni sus criaturas,porque era precisamente entonces cuando se le veía más activo,más despierto, más alerta.
Y ésta noche no es la excepción,a la tenue luz de una pequeña hoguera,ha estado preparándose para el ritual de la fertilidad que por la mañana llevará a cabo para Haryana la hija menor del jefe de la aldea,quien a pesar de ser joven y aparentemente sana,no ha podido darle un hijo a Bahttarai,su marido,quien ha amenazado con dejarla si no se embaraza pronto.
Así que, sobre un tronco ancho y macizo que hace las veces de mesa, se encuentran acomodados unos recipientes de madera con los ingredientes necesarios para la ocasión: Un puñado de tierra traído desde la ladera cercana al arroyo,donde crece el musgo amarillo,agua de manantial recogida en noche sin luna,un poco de sangre de vaca recién parida,que por ser de un animal sagrado tiene un gran poder mágico y unas gotas de leche materna de una mujer que esté amamantando a su primogénito,aunque por más que buscó no pudo encontrar a una cuyo hijo fuera varón, así que se tuvo que conformar con la de Nagani, que tuvo una niña,pero todas sus hermanas han tenido su primer hijo varón. Ojalá sirva, pensó, mientras veía cómo la leche brotaba abundantemente del pecho de la mujer,ante la protesta airada de la niña que no entendía por qué de repente aquél líquido tan sabroso había dejado de llegar a su hambriento estómago; en fin, eso ya se vería.
Tenía también unas ramas de Tulsi, planta especialmente necesaria para purificar el fuego,que no deberá apagarse mientras el ritual se está realizando ó el efecto será al contrario y Haryana será estéril para siempre.
Habiendo revisado una vez más que todo estuviera completo, Narayanan salió de su casa, emparejó la puerta y echó a andar hacia la casa de su amigo Prasad, en busca de un buen trago y un poco de conversación.
Llegó justo en el momento en que la familia se acomodaba alrededor de la fogata para cenar, silbando de una forma en particular para que su amigo supiera que era él quien tocaba.Los hijos de Prasad quitaron las tres trancas de la puerta, la abrieron y lo dejaron pasar. Sin esperar invitación, se sentó también alrededor del fuego y se dispuso a disfrutar del jabalí asado, los deliciosos sesos de mono, las papas silvestres con miel de avispa, dejando para el final un pequeño racimo de plátanos al que había echado el ojo desde que llegó y que devoró con especial gusto mientras la esposa de su amigo se preguntaba en dónde le cabía tanta comida a un hombre tan flaco como aquél.
Al terminar la cena, mientras los hombres fumaban, las mujeres comentaban los chismes del día, que llamaron la atención de Narayana porque mencionaron a un tigre blanco que, según decían, había atacado a un niño de la aldea vecina la noche anterior.
Después de pensarlo un momento, pidió a todos que se reunieran para contarles la historia de un hombre de la aldea en donde él había vivido de niño...


miércoles, enero 25, 2006

Y aquí está el primero...

Así es...
Aquí está el primero de los desahogos que propiciaron la creación de éste espacio, cuyo propósito original era el de utilizarlo para descargar en él el exceso de sentimientos negativos que se van acumulando como resultado de la lucha encarnizada que desde hace algunos años existe entre la depresión y yo, propósito que se desvió en el camino, cambiando de rumbo hacia lugares más fértiles como la imaginación y el gusto por robarle instantes al tiempo para dejarlos plasmados en un trozo de papel ó en la memoria de una computadora, sin embargo, como en toda lucha, en ocasiones se pierde, ya sea porque el contrincante ha sido muy duro ó porque ha podido descubrir el punto débil que tan celosamente guardado estaba dentro de mí ó quizás, simplemente, hay ocasiones en que estoy cansado de luchar y le permito tomar ventaja de ello, no lo sé, el caso es que hoy he perdido...
Es que hoy fué uno de esos días...
Uno de esos días en que parece que todo y todos se confabularan para hacerme caer, para hacerme sentir que las malas elecciones del pasado regresan a burlarse de mi error, a obligarme a pensar que tal vez hubiera sido mejor hacer las cosas de una forma diferente, a desear cambiarlas ahora, a pensar en : qué hubiera pasado si...
Y no es que crea que todo gira a mi alrededor, como alguien me dijo alguna vez, ni tampoco es que quiera hacerme la víctima, es solo que en ocasiones como hoy, me pregunto si será ésto lo que merezco y, si así fuera, hasta cuándo aguantará mi antigua compañera, "Úrsula", que cada vez se expresa con mayor vehemencia desde dentro de mi estómago, a pesar de mis intentos de aplacarla con dosis cada vez mayores de ranitidina, medicamento que sin ser propiamente un calmante, disminuye en cierta medida el dolor físico que produce el fragor de la batalla; también me pregunto hasta cuándo aguantará mi cerebro tal cantidad de presión, porque a veces siento que hay algo ahí dentro a punto de estallar ó lo que es peor, de deformarse a tal grado que la cordura sería solamente un vapor residual inocuo alojado ahí como testimonio de que alguna vez estuvo presente.
En fin...
Creo que ya fué suficiente de quejas y lloriqueos, ahora solo resta lamer las heridas, ponerse de pié y volver a la lucha, aunque cada vez me cuesta más, mucho más...
Ojalá valga la pena...
Precisamente por tan deprimente estado de ánimo que me acompaña hoy, decidí poner esa imagen de un amanecer, que al ser el inicio de un nuevo día, representa también, creo yo, un nuevo comienzo,un principio...
Y también para que, quien llegara a leer ésto, tuviera un poquito de belleza entre tanta amargura,
ojalá y no le haya contagiado.
Espero que en la próxima ocasión tenga un mejor ánimo y algo más interesante que mostrar...
Aquí medio estamos...

domingo, enero 22, 2006

En éste mundo hay cada loco...

Mes: Agosto.
Día : Entre el primero y el último día del mes.
Año: 2004
Lugar: Amatlán de Cañas, Nayarit, en México.
Hora: Entre las seis y las seis treinta de la tarde.
Llueve...
Pero no es una lluvia torrencial ni tampoco un aguacero, no, es una llovizna pertinaz de esas que
te empapan hasta los huesos, de esas que mucha gente llama "chipi, chipi", de esas que uno de mis tíos llamaba "moja pendejos"; por cierto, nunca entendí la razón del nombrecito, sobre todo porque cuando lo decía, él mismo estaba mojado de pies a cabeza mientras caminaba sorteando los charcos y trataba de guarecerse bajo el ala de su sombrero, sin mucho éxito, en fin; sigue lloviznando y heme aquí, bajo un pequeño árbol escaso de ramas, sintiendo cómo el agua empieza a abusar de mi hospitalidad buscando filtrarse hasta el último rincón de mi muy mojado cuerpo, en especial una gota que, tal vez queriendo destacar del resto, ha tomado la iniciativa de tratar de escurrirse hacia el final de mi espalda y más allá, aprovechando que estoy ocupado en cubrir como puedo la cámara con que pretendo capturar alguna imagen digna de mostrar; cámara que por cierto, no es mía, es
prestada, y aunque no me gusta usar cámaras ajenas (por aquello de que a lo que te prestan, casi siempre le ocurre algo estando en tus manos) , no podía dejar pasar esa tarde de lluvia sin sacar alguna foto.
Lo bueno es que parece que está dejando de llover, así que reviso una vez más la cámara, empiezo a acomodarme para hacer la primera toma, enfoco, encuadro, ¡ah!, ¡ qué buena foto va a ser ésta!,CLICK!!; ¡ah ching...!, ¿ y esa cabeza?, ¿ de quién ching... es?...
- Ji, ji, ji, ji, señor, señor, ¿le estorbamos?
-¿ Está tomando fotos?
- Sí niñas, sí. Pretendo tomar alguna foto hoy, si la lluvia (y ustedes), me deja, y no, si se quedan ahí donde están, no me estorban, gracias.
Vuelvo a ponerme en posición, bajo la atenta mirada de las dos niñas, volteando hacia todos lados para evitar ser sorprendido otra vez, enfoco, encuadro, espanto una mosca que vino a pararse en mi oreja, ahora sí, ahí va, CLI...
- Paula, ya me hago pipí...
CK... , por poco suelto la cámara, tuve que hacer un esfuerzo para no llorar de risa, sobre todo al ver a la niña con su carita de urgencia y un rítmico bailecito que empezó de un lado al otro de su hermana, mientras con una mano se jalaba el vestidito y con la otra hacía señas pidiendo que se fueran.
- Ya cállate, cochina, qué va a decir el señor...
- Pero es que deveritas, deveritas, ya me hago...
- Ándale pues, ya vámonos para la casa y no vayas a hacerte antes de llegar porque te acuso con mi mamá.
- No manita, no.
- Apúrate pues... Dios mío, qué verguenza..., pero no te vuelvo a traer conmigo, ya verás...
Se fueron casi corriendo mientras yo, después de tomar un poco de aire, revisé en la pantalla de la cámara lo que había fotografiado...
Una bonita toma gris con un poco de blanco y unos toques de negro, o sea, una foto del cielo encapotado.
En fin, a ver si ahora sí...
Una vez más me acomodo en posición de foto, volteo hacia todos lados, enfoco, encuadro, a ver, a ver, en cuanto pase éste airecito, CLI..., ching..., ya empezó la lluviecita otra vez, ¿dónde carajos dejé la bolsa de plástico con que tapaba la cámara?, ah sí, aquí está...
Bueno, a esperar otra vez...
Empieza a arreciar la llovizna lo mismo que un aire helado que creo viene del Norte...
¿Y a mí qué diablos me importa de dónde venga el aire? , ( empiezo a desvariar, creo, ya estoy discutiendo conmigo mismo), brrr., qué ... che frío...
- Vaca, vacaaaaa, ejeih..., ándale bonita, vaaaaca...
¿Y ahora qué?...
- Vacaaaa, ora vaca jija, hágase pá llá...
- Guau, guau, guau, guau, grrrrrrrr...
- Solo vino, quieto, quieto te digo, sáquese a la ..., no se preocupe amigo, no muerde, nomás es gruñón... -¿ Seguro que no muerde?
- Seguro, si lo sabré yo...
- Pues si usted lo dice...
- Oiga, y qué caramba está haciendo debajo del agua y de pilón debajo de un árbol, ¿ Qué no sabe que le puede caer un rayo?, fíjese que al sobrino del hijo de una hermana de mi comadre, le cayó uno el año pasado por éstas fechas, el pobre quedó todo chamuscado, taba muchacho todavía, creo que tenía quince o diciocho, no me acuerdo bien, pero estaba parado debajo de un árbol, así como usté, mejor hágase pá llá, pal llano, ahí no pasa de que le salga una víbora y ya.
- No, pues eso está mejor, ¿verdad?
- O menos peor, pero bueno, ¿qué me dijo que estaba haciendo?
- No, no le dije. Estoy fotografiando el paisaje, a eso me dedico, soy fotógrafo, y éste día me gustó para venir hasta aquí a tratar de sacar algunas fotos, pero hasta ahorita no he podido tomar ninguna.
- Ahhh!, Oiga, y ¿ no cree usté que sería mejor venir cuando no esté lloviendo? , digo , así no se mojaba...
- No, no sería mejor, porque precisamente la idea es tomar fotos con éste clima, por las condiciones de luz, el ambiente de lluvia, las gotas sobre las hojas y las ramas, en fin, todo eso...
- Ahhh!!, bueno mi amigo, pos yo ya me voy, nos estamos viendo, eh?, se queda con Dios...
- Gracias, que le vaya bien...
- Solo vino, ámonos perro del demonio..., cómo ves solo vino, te digo que en éste mundo hay cada loco...
Por fin dejó de llover, todavía hay suficiente luz para intentar alguna foto, a ver si ahora sí...
Me pongo en posición, ya no volteo a ningún lado, medio enfoco, medio encuadro y de repente...
La magia está otra vez presente en la forma de un débil rayo de sol que transforma por un instante el paisaje gris y aburrido en una escena llena de verdor, nostalgia y belleza que traté de captar...
CLICK, CLICK, CLICK, CLICK.
Las fotos que acompañan éstas letras son algunas de las tomas de ese día, ojalá las disfruten tanto como yo...
Aquí estamos...

viernes, enero 20, 2006





Un poco de color... Por fin...

Creo que ya hacía falta un poco de color que alegrara la vista, así que aquí les dejo

unas fotos de flores silvestres que me encontré por los alrededores del pueblo de mi

madre, un lugar muy bonito cuyo nombre oficial es Mascota, pero desde hace algunos

años se le conoce como "La esmeralda de la sierra".

Este lugar se encuentra enclavado en la sierra norte del Estado de Jalisco, entre la

ciudad de Guadalajara y Puerto Vallarta, en México.

Así que...

Pasen y vean...

Aquí estamos...

domingo, enero 15, 2006

No, no la extraño...

Hoy se siente mucho frío,el suelo bajo mis pies está cubierto por una capa de hielo....
No sé si es por eso que mi alma siente frío también.
Está amaneciendo...
Me subo al auto temblando, no sé si es por el clima ó por esa sensación que me acompaña desde hace algunos días ...
Enciendo la calefacción pero sigo temblando,ahora mis dientes tiemblan también, se golpean unos contra otros sin control alguno...
No recuerdo haber sentido tanto frío anteriormente...
Así de repente y sin darme cuenta, estoy pensando otra vez en ella...
La recuerdo hermosa, dormida, serena,
con el cuerpo tibio, el pelo revuelto,
el alma tranquila y profundo el sueño...
Y mi cuerpo añora estar junto al de ella, compartiendo el lecho,
el tiempo, el espacio, el aire, el resuello...
Pero ya hace mucho, mucho tiempo de eso.

Arranco el auto y me dirijo hacia un lugar que hace mucho quería fotografiar...

Espero llegar antes del amanecer para aprovechar la primera luz del día.

El frío se siente con más fuerza conforme empieza a clarear ...

El dolor en el pecho aumenta también...

Voy conduciendo despacio, la niebla no permite ver más allá de unos tres ó cuatro metros...

Sin sentirlo siquiera, su recuerdo regresa con tal intensidad que estuve a punto de hablarle...

¿Por qué , si no la extraño?

Así es:

NO extraño sus ojos,
esos ojos que al verme brillaban con luz propia, mostrando sin tapujos lo que sentía por mí,
los mismos que al besarla se llenaban de lágrimas que escurrían por su cara,
mojando sus pestañas, sus mejillas,
la base de su cuello, de donde las sequé,
no siempre con mis manos, a veces con mis besos pero invariablemente con mucho, mucho amor.
No, no extraño tampoco el sonido de su risa,
sus carcajadas suaves, su bellísima sonrisa,
los rizos de su pelo, su suave caminar,
el sabor de sus besos, su pequeña cintura,
la curva de sus senos, la palma de sus manos,
lo largo de sus dedos, lo terso de sus piernas,
el hueco de su ombligo, el arco de sus cejas,
el final de su espalda, sus pies en zapatillas,
el calor de sus brazos, la piel de sus rodillas,
lo largo de sus uñas, sus geniales ideas,
sus berrinches, sus gritos, sus enojos de un día ,
su café, sus manías,
su cuerpo entre mis brazos, sus manos entre las mías...
De repente mis ojos no ven el camino, mi vista se nubla, ya nada distingo...
Me paro, me orillo, me bajo del carro
y con sorpresa noto que vengo llorando,
me sale del alma un hondo sollozo, un grito, un lamento
y la verdad entonces me golpea la cara; CARAJO!!, CARAJO!!,
realmente la extraño !! , la extraño!! y la amo.
En ese momento comprendí mi llanto,
decidí que siempre te estaré esperando,
con la mesa puesta, la cara sonriente,
los brazos abiertos y el café caliente...
Eso de arriba fué un intento de hacer poesía...
La idea general surgió el día en que con un frío tremendo estaba esperando el momento idóneo para tomar la fotografía que acompaña éstas líneas, realmente espero les gusten ambas y si no, con una que les agrade me sentiré satisfecho, en fin:
Aquí Estamos...